martes, 26 de enero de 2010

Cadena perpetua.

He tenido la suerte de poder estudiar con el profesor Francisco G. S. No se molesten en buscarlo en Google. Fran como le gusta que le llamemos es profesor adjunto, además de estar en Servicios Sociales, me perdonarán que no de datos de la población. Además de tener dos carreras, ser profesor adjunto, trabaja de monitor un par de horas al día en un gimnasio para niños problemáticos. Trabaja en una asociación y tiene niños acogidos en su casa. Más a menudo de lo que la gente cree recupera niños de las calles para poder darles un futuro.

Personas como Fran hay muchas, pero son invisibles, no cobran grandes fortunas, ni conducen deportivos. No buscan publicidad ni que se les reconozca. Salen a horas intempestivas porque les llama un chaval en apuros, se enfrentan muchas veces a las familias. Entran dentro de los barrios marginales ¡y sin cámaras para que graben su osadía! Será porque lo hacen todos los días...

Fran no se queja de las agresiones, de los insultos, de tener que llevar el pelo corto para que cuando abraza un niño no le pegue los piojos. Se queja de que desde que se pide una actuación pueden pasar años. De que no llegan los presupuestos, de que lo que tenían que hacer funcionarios lo hacen asociaciones, que cuando tienen la suerte de cobrar por el proyecto el dinero llega un año tarde (es común que los profesionales trabajen un año sin cobrar, y luego no vean un duro).

Fran en lugar de darnos teorías y más teorías muchas de ellas imposibles de llevar a la práctica, nos ha enseñado que el respeto es lo primero que se le tiene que enseñar a un niño. Respeto por las cosas, por los demás y sobre todo por uno mismo. Nos ha enseñado como funcionan las instituciones a las que nos tenemos que enfrentar. Sobre todo nos ha contado historias reales, fuertes, nos ha enseñado que a veces no se puede hacer nada, salvo seguir intentándolo. No hay muchos profesores así, no se si es que nunca fueron como él o directamente cuando se consigue la plaza fija se vende el alma.

Bueno, y ¿porque el título de cadena perpetua os preguntareis los que lleguéis hasta aquí? Porque con el caso del "Rafita" el Partido Populista quiere "reactivar" el tema de la cadena perpetua. La cadena perpetua ya la tienen estas personas desde hace mucho tiempo, se la impuso la sociedad y el gobierno desde el momento en el que no se hizo nada por ellos. El castigo, cadena perpetua de ignorancia, de no poder tener una vida normal, de ser seres asociales, de no tener expectativas de futuro. El pecado cometido, nacer en el sitio equivocado.

3 comentarios:

  1. Ha sido muy emocionante leerte, gracias.

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  2. Levanto mi copa por Fran, aunque no comparto del todo el reparto de culpas (sí el asco a las campañas demagogas peperastas) que haces en el post, el responsable último de los propios actos es uno mismo.
    Te lo dice alguien que, como tú dices, nació en uno de esos "sitios equivocados".

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  3. Compartimos origen entonces tito Fet, pero a alguien de 9, 12 o 15 años que no ha conocido otra cosa, cuando ves desde fuera de forma objetiva el entorno... no es que no tenga culpa es que, a veces no siempre, no tiene elección.

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